Me parece que el traducir de una lengua a otra es como quien mira los tapices flamencos por el revés, que aunque se ven las figuras, están llenas de hilos que las oscurecen, y no se ven con la lisura y tez del haz; y el traducir de lenguas fáciles, ni arguye ingenio ni elocución, como no le arguye el que traslada ni el que copia un papel de otro papel––dijo don Quijote.
Y aún así le dije a Enrique Fierro, simpatizante de los rinocerontes––Tomemos prestada la pelota de ping-pong de nuestros amigos Lorenzo y Margarita, y aquí escribámonos y traduzcámonos el uno al otro. Pero, tejamos reversos, traducciones traidoras, como falsos amigos, des faux amis que se miran, pero no se reconocen.

Wednesday, May 11, 2016

Anoche Enrique e Ida durmieron muy bien toda la noche. A Enrique le dieron algo anoche sobre las diez para que durmiera más profundamente y que no se despertara tanto con las frecuentes entradas y salidas de los enfermeros. Toma mucha agua pero sigue sin ganas de comer por vía oral; por ahora se alimenta sólo por via intravenosa. Nos avisaron esta mañana que la bilirrubina está ahora a 8.6, acercándose cada día más al deseado 5.

3 comments:

  1. El profe duerme apaciblemente. Su respiracion es pausada. Cuarto en silencio

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  2. Adela, Sean, ?hay algo que podamos hacer por Ida? Pablo y yo llegamos mañana y tendrìamos viernes y sábado para atender lo que haga falta. Tendremos coche.

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  3. Por ahora me parece que no, pero muchas gracias. Las dos sobrinas de Enrique están quedándose en la casa con ella y cuando ella está aquí en el hospital la llevamos a comer. Esa podría ser una idea: acompañarla a comer.

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