Me parece que el traducir de una lengua a otra es como quien mira los tapices flamencos por el revés, que aunque se ven las figuras, están llenas de hilos que las oscurecen, y no se ven con la lisura y tez del haz; y el traducir de lenguas fáciles, ni arguye ingenio ni elocución, como no le arguye el que traslada ni el que copia un papel de otro papel––dijo don Quijote.
Y aún así le dije a Enrique Fierro, simpatizante de los rinocerontes––Tomemos prestada la pelota de ping-pong de nuestros amigos Lorenzo y Margarita, y aquí escribámonos y traduzcámonos el uno al otro. Pero, tejamos reversos, traducciones traidoras, como falsos amigos, des faux amis que se miran, pero no se reconocen.

Tuesday, October 11, 2011

Héctor (López Vignoli) propuso este título para la foto que publica Manning: "Dos orientales de la Decadencia bajo el sol de Austin". A Fierro no le pareció mal y así empezó a nombrarla, aunque algunos de sus amigos le dijeron que tendría que consultar a Ida. Pero a él, poltrón y perezoso como es, todavía no le ha llegado el momento de hacerlo.

Primero, porque ha tenido que ocuparse de muchas cosas ajenas a este arrítmico ping-pong: los "cuidados pequeños", que decía Darío, jamás perdonan a los que se olvidan de ellos.

Y segundo, porque ha pasado días y días con los dos tomos de La Pléiade de Paul Éluard, que supo ser uno de los poetas franceses que lo acompañaron en sus años liceales y de Preparatorios. Y del que llegó a traducir algunos poemas para una revista impresa a mimeógrafo que "dirigiera" con un grupo de alumnos de Ildefonso Pereda Valdés, su primer profesor de Literatura (Tercer Año B, 1956, Liceo Juan Zorrilla de San Martín, Montevideo). ¿Habrá leído ahora en Ëluard lo que leyera entonces, cuando sus angustias primeras habían sido hechas a un lado por un entusiasmo sin límites y la esperanza se había adueñado de su corazón? Lo dudo. Conociéndolo como lo conozco, lo dudo.

Para concluir una noticia que no le importa a nadie: después de muchos intentos fallidos, Fierro al fin escribió en un ra(p)to un texto que debía enviar y envió a Montevideo para su aprobación. Aunque todavía no acaba de convencerse del mismo y es probable que lo corrija una y otra vez hasta que lo abandone y decida no publicarlo jamás.

1 comment:

  1. Indiferente de lo que piense "nadie", este uruguayo de la tierra fértil espera que controles el perfeccionismo y tanta autocrítica, para poder convidarnos con tus versos maduros y exactos. Adelantamos la hora para leer cuanto antes ese material. ¡Qué no se haga esperar!

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