Me parece que el traducir de una lengua a otra es como quien mira los tapices flamencos por el revés, que aunque se ven las figuras, están llenas de hilos que las oscurecen, y no se ven con la lisura y tez del haz; y el traducir de lenguas fáciles, ni arguye ingenio ni elocución, como no le arguye el que traslada ni el que copia un papel de otro papel––dijo don Quijote.
Y aún así le dije a Enrique Fierro, simpatizante de los rinocerontes––Tomemos prestada la pelota de ping-pong de nuestros amigos Lorenzo y Margarita, y aquí escribámonos y traduzcámonos el uno al otro. Pero, tejamos reversos, traducciones traidoras, como falsos amigos, des faux amis que se miran, pero no se reconocen.

Tuesday, September 6, 2011

Primero la foto prometida en mi última entrega:


Y ahora unas palabras que escribí hace siete años. Aparecidas en algunas publicaciones periódicas, no pretenden estar a la altura del homenajeado:

EL SILENCIO ES CON ÁRBOLES
A Nicanor Parra, en sus noventa años

1)

Una naranja
Una naranja azul
Una naranja azul naranja
Una naranja para Nicanor


2)

Con buenos días
Con muy buenos días
Por la bahía de Montevideo
Hacia la cordillera de la Costa
Para el primero que es el último
de los poetas: Nicanor


3)

Mi vaca en verso muge
que Nicanor es un árbol
que Nicanor es con árboles


4)

Ya que no tiene la última palabra
Nicanor Parra debe empezar


A 5 de septiembre del 2004

1 comment:

  1. perdón, agrego:


    yo anduve por montevideo
    con Nicanor
    buscando su souvenir
    sin darme cuenta
    que Nicanor
    era mi souvenir.

    arno.

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