Un día tranquilo. Sueño y agua. Aquí no hay muchas interrupciones ni máquinas de trinar. Sólo respiros profundos y una fuente con nenúfares.
Me parece que el traducir de una lengua a otra es como quien mira los tapices flamencos por el revés, que aunque se ven las figuras, están llenas de hilos que las oscurecen, y no se ven con la lisura y tez del haz; y el traducir de lenguas fáciles, ni arguye ingenio ni elocución, como no le arguye el que traslada ni el que copia un papel de otro papel––dijo don Quijote.
Y aún así le dije a Enrique Fierro, simpatizante de los rinocerontes––Tomemos prestada la pelota de ping-pong de nuestros amigos Lorenzo y Margarita, y aquí escribámonos y traduzcámonos el uno al otro. Pero, tejamos reversos, traducciones traidoras, como falsos amigos, des faux amis que se miran, pero no se reconocen.
Por favor dale un abrazo o apretón de manos (con caricias!) a mi adorado profesor, de mi parte. Dile que Tununa Mercado y Noé Jitrik le mandan mucho cariño. También Hugo Verani, quien se va a comunicar con Ida.
ReplyDeleteQuerida Ida. Te acabamos de mandar un mail. Un beso grande para ti y por favor sepan tú y Enrique cuánto los queremos. Un abrazo al amigo. Nos duele .Hugo y María
ReplyDeleteTodo mi cariño para el profesor Enrique, Ida y Sean. Mis pensamientos estás con ustedes. Mina
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