Me parece que el traducir de una lengua a otra es como quien mira los tapices flamencos por el revés, que aunque se ven las figuras, están llenas de hilos que las oscurecen, y no se ven con la lisura y tez del haz; y el traducir de lenguas fáciles, ni arguye ingenio ni elocución, como no le arguye el que traslada ni el que copia un papel de otro papel––dijo don Quijote.
Y aún así le dije a Enrique Fierro, simpatizante de los rinocerontes––Tomemos prestada la pelota de ping-pong de nuestros amigos Lorenzo y Margarita, y aquí escribámonos y traduzcámonos el uno al otro. Pero, tejamos reversos, traducciones traidoras, como falsos amigos, des faux amis que se miran, pero no se reconocen.

Tuesday, November 30, 2010

When I write for me, I flee from me. But now and then, when I care to feel daedelic, me, I plume.

A knight, in one of my dreams, spoke with Nancy and told her things about the Gualeguay and about a ballet where I sometimes assist. What might he have told her? What might he have told me?

Through those shady gates of the computer in front of which I write races a dog. Where's he headed? Is he, by chance, someone's dog that lives in my head and who Rodin was always telling to sit? What has become of Rodin?

3 comments:

  1. maravilloso plagio, al cuadrado. encantada con esto! lo linkeo al ping-pong ipso facto.

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  2. ¡Me encantó I plume! Suena tan ligero y tan de plomo a la vez.
    ¿Those shady gates son las de Rodin? La porte de l'enfer?
    ¿Por qué siento que has dejado claves por todos lados en esta traducción mentirosa y que no las veo?

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  3. Roma no paga traductores, Virgilio dixit.

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