Me parece que el traducir de una lengua a otra es como quien mira los tapices flamencos por el revés, que aunque se ven las figuras, están llenas de hilos que las oscurecen, y no se ven con la lisura y tez del haz; y el traducir de lenguas fáciles, ni arguye ingenio ni elocución, como no le arguye el que traslada ni el que copia un papel de otro papel––dijo don Quijote.
Y aún así le dije a Enrique Fierro, simpatizante de los rinocerontes––Tomemos prestada la pelota de ping-pong de nuestros amigos Lorenzo y Margarita, y aquí escribámonos y traduzcámonos el uno al otro. Pero, tejamos reversos, traducciones traidoras, como falsos amigos, des faux amis que se miran, pero no se reconocen.

Friday, December 31, 2010

Compruebo que el texto que acabo de agregar hoy, viernes 31 de diciembre de 2010, aparece fechado el domingo 26 de diciembre...

Sunday, December 26, 2010

Estaba decidido a transcribir unas venenosas preguntas del Felón dirigidas al Parlero cuando volvió a quedarse a oscuras. A oscuras y en silencio. Hasta que recibió un correo de Alfredo sobre Amalia de la Vega que le hizo mucho bien y lo llevó a enfrentarse a la soledad de la pantalla en blanco. Pero a no inquietarse, que no habrá referencia alguna a Mallarmé ni a Sara de Ibáñez ni a las flechas amarillas de ya se sabe quién.

Al fin de la pantalla surgió una legión de nombres de sombras queridas, muy queridas que lo obligó a hacer silencio durante varios días. Silencio más que explicable, sobre todo cuando se acordó que se acababa, se acaba el año 2010 y es de esperar que se inicie, en unas horas, el 2011.
Ahora no le queda más que seguir, en homenaje a su entrañable amigo y maestro Guido, con una nueva (y, como siempre, apasionante) lectura de la Epístola del capitán Aldana.

Tiempo habrá para que, por enésima vez, le cuente a Manning y a los seguidores de este blog (si los hay) cómo conoció a Aldo, quien a su vez le presentó en una noche a dos grandes: Juan Carlos Paz y José Viñals. Y, de paso, cómo Guido le presentó a otros dos grandes, pero de la orilla oriental del Plata: Felisberto Hernández y Juan Carlos Onetti.

Saturday, December 25, 2010

Oh, how much of what Malachy prophesied I could translate upon a dark computer screen just by muting out those poor invariable nights! In the end however, the recovered voice always calls, letting that inexplicable silence leak through the phone to Manning. The violent silence of Albert Savine, Castor, Pollux, the Argonauts or that of Rousseau's grumpy exterior pierced by Narcisse Virgilio de la Peña and his peg leg.

I begged for the sharp blade of Inspector Montalbano's reoccurring saber, or for that of Empedocles' dialogue, of Dos Passos' José Robles, of Thomas' White Horse serving aguardiente to the hieronicae. And then from within the glory of the olive a tiny black palm reappeared reading Fierro, thanks to Fidel Sclavo, the one who attends to who hasn't been said and reads what nobody has ever written.

Told to reclaim your missing valise, like Aldo's (ardent) or Margarita's (pinched), it's all salt in your fifth metatarsal. Then through a crescent Novalis make haste towards Pascal, or shall we agree to stop here? I yawn, because this has taken too long, wondering, "What was my uncle's name again? Floro?" I'll stick with you as you share with me the odor and rumor of that old ship, your murmur and clamor, your sighing sleepy machines.

Sunday, December 19, 2010

Cuando ibas a tratar de traducir lo que profetizara San Malaquías se oscureció la pantalla de la computadora y enmudeciste por varias noches. Al fin recuperaste la voz y llamaste por teléfono a Manning para explicarle tu silencio, pero no hiciste otra cosa que hablarle de Alberto Savinio, de su hermano Giorgio y de Narcisse Virgilio Díaz de la Peña.

Habrá que recurrir al Inspector Montalbano para saber algo más de Empédocles y, de paso, de los caballos blancos de Agrigento a los que se refiere Plutarco cuando escribe sobre el vencedor de la Olimpiada XCII. Y habrá que recurrir a Fidel Sclavo, que a todo atiende y todo lo entiende, para que explique cómo hace para leer lo que nunca nadie escribió.

Te tienta recordar a Aldo Pellegrini y saltar, Novalis mediante, hasta Pascal. Pero es mejor que no sigas: ya es muy tarde y antes de dormir tienes que ir a visitar a tu tío Floro, que quiere compartir contigo "El fantasma del buque de carga".

Tuesday, December 14, 2010

Sancte Iohannes will hoodwink Empedocles into finishing off Holderlin and Arnold–not Benedict, another traitor. As well as Mount Etna over whose shadow centuries later Sarah and Aeneas will stumble, like nomads singing its curious solfa-tara.



But peering fore and aft Sunday seemed a day not apt for a hoy in Vigàta, but rather for a saunter upon Tepeaquilla. Not for a fleeting persephonic view, but for an eternal Tonantzin and for those special roses recovered in Juan Diego's wrap. But Cristinica would know better; well versed in the apparitions of the Blessed Virgin, we could listen for twelve thousand and twelve hours. Because for her, those hours are inhabited by music, which we know to be the fare of love, and of Love, though a strident Rhaetian once denied it during various of those hours via a well-worn second person sacred quotation from Lacan-Son.



There used to be such good tempo in Leucippus, now non tanto, as we knew him so well. And also among followers of Tantalus, summing six thousand and sixty-six.



But play on, allegro con spirito, until our appetite falls ill.

Sunday, December 12, 2010

Si empezamos con Empédocles terminaremos con Holderlin y con Arnold. Y con el Etna, al que se asomaron siglos más tarde Sarah y Oswaldo, pero nomás de curiosos que son.



Pero hoy no parece ser un día proclive al de Agrigento, sino a María en el Tepeyac. Y en especial a las rosas que recogiera Juan Diego en su tilma. Habría que consultar a Cristinica, que de la Virgen y de sus apariciones sabe mil y una cosas de las que puede hablarnos por horas. Porque para ella las horas están habitadas por la música, que se sabe que es el alimento del amor y del Amor, aunque una vez un recio lo negara mediante una manida cita de Lacan-Tata.



Ya habrá tiempo también para Leucipo, del que tanto y tan poco conocemos. Y para los seguidores de Tántalo, que son legión.

Friday, December 10, 2010

Some of them gallantly performed allegrettos, but more often the festive gustations aurally dined upon their patrons. The most renowned of our poetries, Empedocles marched his from the banks of the Salado River, the southern element, that of Barbieri's ballad, continuing on to Tom's cruelest month–the time of rivers. The poems, composites of those occasions, were concocted by old salts, now hardly remembered. Yes, it was a feast, for Tantalus, of such duration and excruciating clamor, as accumulations of rhymesters whose inked vanes vainly spoke encircled Leucippus, the most lucid of them all. Out of your last rose fled his particles, into the air, towards the silence–that other voice–the one that is true poetry.

Yawning all, lost, who read us in literary contiguity agree that Manning is the true traitor to poets, not you. So go on. A toast to your anima tea, persona-free, like Rodo's parabolic Gorgias. Two hours until you flee, and it floods, all sides in that far-off sphere of your schoolboy years–and that stack of books face-down, next to Nancy at The Galleon. As you saw it Gorgias always gurgled, never twittered, like Aída's canaries, your mother's aunt, or Klee's machine. And he was paradoxically Sicilian, of two lands, the southern element.

"Clearly," Jonio fired back, but I prefer the clarity that comes from a misdirected second singular person–a you twice translated who becomes an I speaking to himself in a vale of other things.

An hour left: finish the tea, and then in despair, in so much despair, collapse.

Wednesday, December 8, 2010

Algunos gustaban de las alegorías, pero eran muchos más los que disfrutaban con los festivales. El más conocido de los de poesía empezaba en marzo a orillas del río Salado, el de la balada de Barbieri, y se extendía hasta el mes más cruel según el viejo Tom . Los poemas compuestos para la ocasión eran conocidos como "salados" y ya casi nadie se acuerda de ellos. Duraba tanto la fiesta y era tan insoportable el ruido que producía tal acumulación de vates que en cierta ocasión hubo necesidad de encerrar a los más lúcidos partícipes para que no huyesen rumbo al silencio, que es de donde surge casi siempre esa otra voz que es la poesía de verdad.

Ya todos los que nos leen coincidirán contigo que el traductor y poeta de verdad es Manning y no tú. Anda, anímate y brinda como Gorgias en aquella parábola de Rodó que por todos lados encontrabas en tus lejanísimos años escolares y liceales y de la que huías siempre. Para ti el problema de Gorgias era que no gorjeaba como los canarios de Aída, la tía de tu madre, o la máquina de Klee. Y que era y no era el Siciliano.

"Se sabe", decía siempre Jonio, pero prefiero aclarar que cuando me dirijo a la segunda persona del singular no hago otra cosa que hablarme a mí mismo. Vale.

Y ahora: a tomar el té y, después, pero mucho después, a callar.

Monday, December 6, 2010

Allegories, festivals were we all, for intoning and walking and walking always away from that unknown rumble. Suddenly we would slow to greet effusions to a lagoonal metonym audibly separated from a salty poem to be propelled about the recurrent streets of Montevideo. Or to have a tea feast at the Americana Patisserie, where sometimes Esther would appear, who after hugging us and kissing us would smile at us with that look that even now, alive or dead, joins us.

Who cares now how we continue? [Who cared when I care tumbled Tuesday unnoticed, alone, into the mer?]* Yawning, everyone has realized that neither do I translate ("a continuation of nothingness," as Macedonio said) nor are you a minor poet or a Rodin thinker. [We're both left at the corner waiting while he's before the bobería.]* It occurred to me, thankfully, that you spent your first years not in Mexico, but in Cincinnati, two blocks east of Rodin St., not far from the park. And that on that street every night an impassable muster of insomniac words offered themselves up to the gobbling gluttonous poets.

Calla tea, please.

*Translator's Note

Sunday, December 5, 2010

Alegres, festivos éramos todos entonces y caminábamos y caminábamos siempre con rumbo desconocido. De pronto nos deteníamos para saludar con efusión a alguna metonimia audaz que se había salido de un poema para lanzarse a recorrer las calles de Montevideo. O para tomar un té completo en la confitería Americana, donde a veces aparecía Esther, quien después de abrazarnos y besarnos nos sonreía con esa mirada que hasta el día de hoy, vivos o muertos, nos acompaña.

¿Y ahora cómo vas a seguir? Ya todos han comprobado que ni traduces ni eres un poeta menor ni un pensador ("en mucho bronce", decía Macedonio) de Rodin. No se te vaya a ocurrir, por favor, contar que tus últimos años de México los viviste en la calle Rodin. Y que por esa calle pasaba todas las noches un titipuchal de palabras insomnes que se ofrecían para ser engullidas por poetas glotones.

Cállate, pues.

Saturday, December 4, 2010

"Life starts amongst tears and caca." Tell us that, great Quevedo. Wednesday I walked with you straight to the end, erasing everything, and leaving me feeling we had finished with writing.

Before us past plumes have all but dissolved: generously, Nancy published an immaterial book in a collection knighted The Plume in the Air and wrought from a jovial writer, a believable poet.
Rodin, translated as Broglia (an understatement, is it not? the philistines would sustain), was named Tristan within the book illuminated by Nelson Ramos and not him, who seemed a brother to The Poet, now Thinker. And Rodin, during those truthful years, was Enrique, Enrique Fernández; later a serious Enrique Fernández Broglia and now mindfully Rodin.

Olga insisted that the tree planted upon the resplendent sun of Mixcoac Plaza was a false pepper. Ida and Valerio disbelieved and insinuated themselves within the sounds of the Gualeguay. But ultimately they were swayed, in the breeze, by Olga.

Olga enters Santa Maria Novella and kneels before the altar, seeking the fissure in those white walls of that cruelest hour. But no, her soul, a white dove, springs from her head, and flutters and flies and molds plumes about the heads of those devoted to little faith surrounding her. We are, very much and forever, in the splendor of a Florentine afternoon in summer.

Thursday, December 2, 2010

"Llega la muerte y todo lo bazuca", nos dijo el gran Quevedo. Ayer anduvo por aquí y me borró todo lo que había empezado a escribir.

Antes había más plumas que ahora: generosísima, Nancy publicó un libro irrelevante en una colección que supo llamarse "La pluma en el aire" e hizo que el joven autor se creyese un poeta.
Broglia, traducido como Rodin (una exageración, ¿no?, afirmarán los filisteos), quedó muy triste porque el libro fue ilustrado por Nelson Ramos y no por él, que era como el hermano del "poeta". Broglia en aquellos años era en verdad Enrique, Enrique Fernández; después sería Enrique Fernández Broglia y ahora es simplemente Broglia.

Olga insistía que aquel árbol en donde resplandecía el sol en la plaza de Mixcoac era un aguaribay. Ida y Valerio dudaban y proponían que se consultase a Juanele. Pero al fin se dejaron convencer por Olga.

Olga entra a Santa Maria Novella y se arrodilla ante el altar. Sin Valerio. Pero no está sola. Una paloma blanca brota de su cabeza y aletea y vuela y deja caer plumas sobre las cabezas de los otros pocos fieles que la rodean. Estamos y somos, para siempre, en la gloria de una florentina tarde de verano.